Calienta la crema de cacahuete, el aceite de coco y la miel en un cazo a fuego suave.
Una vez tengas la mezcla caliente y homogénea, vertela sobre la quinoa hinchada.
Remuévelo todo bien y déjalo reposar en un recipiente cuadrado con papel de horno. ¡Asegúrate de pulsarlo bien!
Deshaz el chocolate con un poco de aceite de coco a fuego muy suave.
Esparce sobre la quinoa, añade sal gruesa y deja enfriar todo en la nevera.
Córtalo en dados o rectángulos y resérvalos dentro de la nevera.
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