Fríe las albóndigas en una cazuela hasta que estén doradas y resérvalas.
Pica la cebolla y cuécela en una cazuela con un chorrito de aceite de oliva virgen hasta que tenga un color traslúcido. Una vez hecha, añade la zanahoria cortada a dados y el tomate frito.
Déjalo cocinar 5 minutos y añade el caldo y las albóndigas. Tapa la cazuela y cocínalo todo durante 20 minutos.
Remueve las albóndigas de vez en cuando hasta que estén listas.
NOSOTROS
TE INTERESA