¿Por qué son tan dulces y jugosas nuestras naranjas?
La naranja es, sin duda, una de las frutas protagonistas del invierno. De pulpa carnosa y jugosa, en función de la variedad puede ser más dulce o un poco más ácida. Si te gustan las naranjas, ¡ahora están en su mejor momento!
El secreto de nuestras naranjas de cosecha propia
Para conseguir unas naranjas dulces y jugosas, es muy importante la manera en cómo las recolectamos. ¡Este es nuestro secreto mejor guardado! Seguimos una técnica propia para asegurarnos que todas nuestras naranjas sean dulces y puedas deleitarte con esta fruta. Nuestra técnica de manejo consiste en pasar hasta cuatro veces por un mismo árbol para recolectar las naranjas en su punto óptimo de maduración; y es que no todas maduran ni al mismo tiempo ni igual.
- Durante la primera pasada, recogemos las naranjas que se encuentran en la parte más alta del árbol, en la copa, que son las que han recibido más horas de sol.
- En la segunda pasada, pasamos por la zona más sombría, en la parte de abajo del naranjo.
- En la tercera pasada, recogemos las naranjas de la otra cara del árbol.
- Finalmente, durante la cuarta pasada, recolectamos las que están en el interior del naranjo, que son las que reciben menos horas de sol.
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Esta técnica nos garantiza unas naranjas dulces y jugosas, ya que maduran en el árbol.
3 trucos para identificar una buena naranja
Con estos tres trucos aprenderás a cuándo tienes una buena naranja entre manos. Toma nota:
- Mayor peso, más dulce: ¿Por qué? Pues porque tiene más jugo y esto indica un sabor más dulce. Así que ya lo sabes, a pesar las naranjas.
- Piel fina: es un indicador de que va a tener mucho jugo.
- Que tenga la etiqueta 12H: esta etiqueta nos sirve para identificar las naranjas que reciben 12 horas de luz solar al día y, por lo tanto, son más dulces y jugosas.
¿Qué beneficios tiene la naranja para la salud?
- Fuente de vitamina C: estamos seguros que esto lo sabías, pues es vox populi que las naranjas nos aportan esta vitamina. Más concretamente, una naranja de tamaño medio aporta, aproximadamente, unos 82mg de esta vitamina. Además, la naranja es la familia de los cítricos con más cantidad de vitamina C. Esta vitamina es un potente antioxidante y te ayuda con los resfriados e infecciones.
- Betacarotenos: es un pigmento que se convierte en vitamina A cuando entra en el cuerpo y te ayuda a mantener tus células sanas. Los betacarotenos son los responsables del color naranja de las naranjas, mandarinas, zanahorias o calabazas.
- Vitamina B: que ayuda a tu sistema nervioso.
- Minerales como el magnesio, el potasio y el selenio.
- Fibra: ayuda a regular tu tránsito intestinal y mantener una microbiota sana.
¿Sabías que parte de la fibra de la naranja se encuentra en la parte blanca de la naranja, aquella que queda entre la piel y los gajos?
¿Qué se puede cocinar con naranja?
La forma más habitual de comerse una naranja es cruda de postre o bien para desayunar o merendar en forma de zumo. Debes saber que si te preparas un zumo, este apenas contiene fibra y tiene menores cantidades de vitaminas y minerales en comparación con la naranja entera.
Asimismo, este cítrico es ideal para recetas dulces, como pasteles, púdings, helados o un delicioso y original tiramisú, pero también para recetas saladas como por ejemplo muslos de pollo con manzana, naranjas y pasas, salmón a la plancha con salsa de naranja o una ensalada con trocitos de naranja.
Luchamos contra el desperdicio alimentario
Desde Ametller Origen luchamos contra el desperdicio alimentario: por ello, aquellas naranjas que presentan imperfecciones en la piel, no las desechamos, porque su sabor es óptimo y están perfectas para su consumo. ¡No te dejes engañar por las apariencias y consume aquellas que puedan tener alguna mancha o ser menos lisas!
Por otro lado, si lo quieres aprovechar todo de la naranja, te animamos a guardar la piel en un tupper y utilizarla rallada para preparar pasteles, en la granola casera o hasta a tiras dentro de una infusión. ¡Tres ideas para un 0% desperdicio!
En Ametller Origen tenemos las mejores naranjas: las más dulces y jugosas. ¡Disfrútalas siempre que quieras!
Aprende a limpiar y conservar las setas
Un error muy común a la hora de limpiar las setas es ponerlas en remojo, ya que las setas absorben toda el agua y pueden perder algunas de sus propiedades, su textura y su sabor. Te explicamos los diferentes pasos que debes seguir para limpiar las setas y cuáles son las mejores técnicas para conservarlas y así poderlas comer y disfrutar cuando quieras.
¿Cómo limpiar las setas?
Nada de llenar un cazo con agua y sumergir las setas. Si están llenas de tierra, tienen musgo o pequeños trozos de hojas, así es cómo debes limpiar las setas:
- En primer lugar, coge la seta y sacúdela un poco con cuidado. De esta manera, caerá la tierra o posibles restos de hojas que estén incrustadas. En el caso que estén muy sucias puedes ponerlas bajo el grifo (con un pequeño chorro de agua).
- Coge un pincel (existen pinceles especiales para las setas, pero con uno corriente te bastará) o un trapo un poco húmedo y limpia las setas cuidadosamente. En el caso de utilizar un papel mojado o trapo, asegúrate después de secarlas bien.
- Posteriormente, corta un poco el pie, especialmente la parte que tiene tierra. En el caso de las setas más grandes, es recomendable además rascar con un cuchillo el pie como si quisiéramos quitarle una primera capa.
- Descarta cualquier parte que pueda tener algún bicho.
Una vez las setas están limpias, tienes dos opciones: o las cocinas o las guardas en la nevera para más adelante. Recuerda que las setas son un alimento perecedero y tampoco las podrás almacenar durante mucho tiempo sin cocinar.
"¡Descubre cuáles son las mejores setas comestibles!"
¿Cómo guardar las setas en la nevera?
Si no vas a cocinarlas y las prefieres guardar, es importante que las pongas en un recipiente una al lado de la otra, sin amontonarlas. Finalmente, tápalas con una servilleta de ropa o un trapo.
¿Cómo se pueden conservar las setas?
Es cierto que las setas son típicas de otoño, pero esto no quiere decir que no podamos disfrutar de esta joya culinaria durante el resto del año. ¿Cómo? ¡Muy sencillo! Te enseñamos tres técnicas para que puedas comer setas cuando quieras, aunque existen muchas más.
Congelar las setas
Una vez tengas limpias las setas, saltéalas un poco en una sartén caliente con aceite. Déjalas enfriar y ya las puedes congelar. Es importante que las pases antes por la sartén porque de esta manera quedarán perfectas una vez descongeladas. Puedes congelarlas en raciones, de esta manera te será más práctico para luego cocinarlas.
Conservar las setas
Pon un cazo con agua a hervir y cuando hierva añádele las setas limpias para escaldarlas. Déjalas escurriendo y que se enfríen. Ponlas en diferentes recipientes y conservarlas con aceite, vinagre, hierbas aromáticas…
Seca las setas
Finalmente, otra de las opciones es secar las setas. ¡Es muy fácil! Extiende las setas en una bandeja y déjalas secas al exterior. Es importante que no les toque el sol directo; debes buscar un lugar un poco resguardado. Una vez secas guárdalas en recipientes dentro de la nevera.
¿Cuál es el origen de las croquetas?
Está claro que las croquetas son uno de los platos más apreciados de nuestra gastronomía. ¿Quién puede resistirse a esta delicia culinaria? De rustido, de pollo, de setas y de un sinfín más de sabores, son ideales para la hora del aperitivo, a la hora de comer o cenar. ¡Siempre apetecen unas croquetas! En el siguiente post te contamos cuál es origen de las croquetas y otras curiosidades sobre esta comida.
¿Quién inventó las croquetas?
Si bien es cierto que son un plato muy arraigado en nuestro país y que, a menudo, pensamos que es un invento español, las croquetas nacieron en Francia. Su nombre procede del verbo francés croquer, que significa crujir y de la variante en femenino y diminutivo croquete, que se podría traducir como algo así como ‘crujientita’.
Por otro lado, lo que no está claro es el año de su invención. De todos modos, se dice que datan del siglo XIV o del siglo XV, aunque no llegaron a España hasta el siglo XIX.
Si quieres saber cuál es el truco final para freír correctamente las croquetas, ¡lee este artículo del blog!
4 curiosidades sobre este manjar
- Las reinas del aprovechamiento: aunque existen inimaginables ingredientes para preparar croquetas, las más típicas son las que aprovechan las sobras del caldo del rustido. Una receta comprometida con el 0% desperdicio alimentario y deliciosa. ¿Qué más se puede pedir?
- Más de 7.000 M de croquetas al año: según la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparos (Asefapre), el año pasado se consumieron en España más de 7.162 millones de croquetas.
- El Record Guinness de comer croquetas: pues lo tiene un vasco, que en el año 1936 se comió, en un día, 236 croquetas. Alucinante, ¿verdad?
- Croquetas dulces: Si bien es cierto que la “versión oficial” de croquetas es salada, también existen recetas de croquetas dulces; ¿lo sabías? Croquetas de chocolate, de plátano o pera y hasta de arroz con leche.