Más de 5 hectáreas donde cultivamos guisantes

Con la llegada del buen tiempo podemos disfrutar de una de las legumbres más tiernas y dulces que existen: los guisantes. Igual que las habas, los guisantes pertenecen a la familia de las leguminosas y, por lo tanto, se clasifican dentro del grupo de las legumbres. A continuación te explicamos cómo las cultivamos y cuál es el secreto para que los guisantes sean tan buenos.

¿Dónde cultivamos los guisantes?

El Maresme es la zona de Cataluña donde, tradicionalmente, se cultivan más guisantes y es justamente en Mataró donde tenemos algunos de nuestros campos de guisantes. Tal como explican nuestros payeses, es en septiembre cuando plantamos los guisantes y cosechamos los frutos a partir de mediados de marzo y hasta finales de mayo. Asimismo, también tenemos campos propios de guisantes en Sant Martí Sarroca, en el Penedès, y en Murcia. En total contamos con 10 hectáreas de campos propios de guisantes.

Cosecha por fases hasta obtener el punto óptimo de la legumbre

Nuestros campesinos plantan los guisantes y, a medida que van creciendo, los van entutorando manualmente para que la planta crezca hacia arriba. De este modo, y con dedicación y delicadeza, conseguimos que las vainas queden colgando y tengan una longitud característica, así como un color verde tan brillante. Además, la mayoría de nuestros cultivos, como en otras frutas y verduras delicadas, los hacemos bajo plásticos protectores, para proteger las matas del sol, la lluvia, el viento o posibles plagas.

A la hora de cosecharlos, los payeses pasan mata por mata y, manualmente, seleccionan aquellas vainas que están llenas. Es en este momento cuando los guisantes son más tiernos y dulces. Al cabo de dos días vuelven a pasar para revisar los cultivos y cosechar aquellas vainas que ya están a punto y evitar así que los guisantes se hagan viejos.

¡Aprovecha ahora para disfrutar de esta legumbre tan deliciosa!


¿Qué es el baby-led weaning?

Tanto si has oído hablar del BLW (las siglas en inglés de baby-led weaning) como si no te suena de nada, estás en el lugar adecuado. En el siguiente post te contamos en qué consiste esta práctica de alimentación para bebés y porqué es beneficiosa para los más pequeños de la casa. ¡Toma nota!

Baby-led weaning, todo lo que debes saber

En primer lugar vamos a traducir baby-led weaning para tener las cosas más claras: se trata de la alimentación dirigida o autorregulada por el bebé. Esta práctica, enfocada a bebés a partir de los seis meses coincidiendo con el inicio de la fase de alimentación complementaria, funciona de la siguiente manera: con el objetivo de empezar a incorporar alimentos en su dieta, además de la leche materna o la leche de fórmula, se le ofrecen al bebé alimentos sólidos, no triturados, para que él mismo se alimente con las manos. 

Con esta técnica, el bebé empieza a disfrutar de diferentes sabores, texturas, aromas y colores a la vez que empieza a alimentarse de forma autónoma y mejora su psicomotricidad

¿Qué alimentos puedo dar a mi bebé?

A continuación te damos algunas ideas: puedes darle trocitos de fruta, verdura y hortalizas, siempre de textura blanda, pera, plátano, gajos de naranja, brócoli, zanahoria, patata o calabaza hervidos. Otra opción son palitos de pan o tortitas de maíz o trocitos pequeños de pollo o pescado blanco (merluza) a la plancha o huevo.  

La idea es que mientras tu bebé toquetea y prueba los diferentes alimentos tú estés a su lado supervisándole siempre y, si es tu hora de comer, comas con él. De esta manera, ¡fomentas los momentos familiares con tu bebé!  

¿Qué alimentos no puede tomar?

Debemos evitar, como mínimo hasta los 3 años, aquellos alimentos que puedan suponer riesgo de atragantamiento como los frutos secos enteros, las palomitas de maíz, los granos de uva o piezas de fruta y verduras enteras o cortadas a trozos muy grandes. 

Si quieres más información sobre cómo debe ser la alimentación en la primera infancia, puedes consultarlo aquí.