¿Qué propiedades tiene la carne de conejo?

En función del color, podemos dividir la carne entre carne roja y carne blanca: este segundo grupo aglutina la carne de pollo, de pavo, de cerdo y también la de conejo. En el siguiente artículo te contamos por qué es tan buena la carne de conejo, cuáles son sus propiedades y por qué debes incorporarla en tu menú. ¡Toma nota!

4 beneficios de la carne de conejo

  • Contenido elevado de proteínas de alto valor biológico, superior al de la media de las otras carnes, y de gran calidad
  • Fuente de vitaminas del grupo B (niacina y B12)
  • Es una de las carnes con menor contenido de grasa
  • Fuente de minerales como el fósforo y el selenio

 En resumen, podemos decir que la carne de conejo es muy saludable e ideal para todas las edades. A menudo, es una carne un poco olvidada dentro de las carnes blancas, pues nos decantamos más por el pollo o el pavo. ¡Así que ya lo sabes, incorpora la carne de conejo en tu menú diario!

Recomendaciones de consumo

Respecto al consumo de carne, se recomiendan entre 3 y 4 raciones a la semana y, de estas, la carne roja (ternera, cordero, etc.) un máximo de dos. Con respecto a la cantidad, estas son las recomendaciones que variarán en función de la edad:

  • Adultos: 100 gr por ración
  • Niños entre 10 y 17 años: 80 -125 gr por ración
  • Niños entre 3 y 9 años: 50-70 gr pr ración

¿Cómo preparar la carne de conejo?

Es un tipo de carne muy versátil: la puedes preparar al horno, a la plancha, a la brasa, asada, estofada o guisada. Además, se trata de una carne que absorbe muy bien las aromas de las hierbas aromáticas, así que nuestra recomendación es que le añadas tomillo, orégano, romero o laurel. ¡Ya verás qué sabor tan delicioso!

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¿Cómo cocinar alcachofas frescas?

Son las reinas de la temporada: las alcachofas. Además de saludables son deliciosas y muy versátiles. De todos modos, a menudo surge la duda de cómo deben cocinarse las alcachofas de forma fácil para que queden blanditas y no te den mucho trabajo. ¡Te lo contamos en menos de un minuto!

Alcachofas al microondas o hervidas

Una forma súper sencilla de cocinar las alcachofas es al micro. Saca las hojas exteriores, que son las más duras, corta el tallo y, si quieres, córtalas por la mitad o déjalas enteras. Ponlas en un plato, añade un chorrito de aceite, un poco de sal y pimienta, y ponlas al micro, aproximadamente, durante 10 minutos a máxima potencia. 

Otra opción es hervirlas. Sigue los pasos anteriores y ponlas a hervir durante unos 15-20 minutos. Después alíñalas y ¡ya están listas para comer! Si quieres darles un plus, pásalas por la sartén, vuelta y vuelta; ¡ya verás que buenas!

Otras formas de cocinar esta hortaliza

A la brasa, confitadas, rebozadas. Si algo bueno tiene la alcachofa es que es muy versátil y se puede preparar de muchas formas diferentes y te puede servir de acompañamiento de una gran variedad de platos. 

Como te comentábamos, las alcachofas confitadas también son ideales y muy sencillas de preparar. ¡Apunta!

  • Limpia las alcachofas, quitándole las primeras hojas y el tallo.
  • Córtalas y ponlas dentro de una olla y cúbrelas con aceite de oliva virgen.
  • Déjalas en la olla a baja temperatura durante una hora y media o dos.
  • Déjalas enfriar. Guárdalas en un bote con el aceite por encima.

Si prefieres unas alcachofas crujientes, las rebozadas son tu opción. Así se preparan:

  • De nuevo, límpialas, quítales las hojas exteriores y córtalas
  • Bate un huevo y añádele harina. Sumerge los trozos de alcachofa.
  • Prepara un sartén con el aceite caliente y fríe las alcachofas.
  • Una vez estén hechas, ponlas encima de un papel de cocina para absorber un poco el aceite y ya están listas para consumir.

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