Amarillas, violetas, verdes, rojas, negras, más dulces, más ácidas, más jugosas, más grandes, más pequeñas. Hay ciruelas para todos los gustos y, además, son una fruta que te aporta muchos beneficios para tu salud.
En primer lugar, la ciruela te ayuda a regular de forma natural tu tránsito intestinal. ¿Sabes por qué? Pues porque contiene sorbitol, un tipo de azúcar con efecto laxante ligero, y una gran cantidad de agua. Pero no sólo es beneficiosa para tu intestino; las ciruelas también son una gran fuente de vitaminas, especialmente de provitamina A, necesaria para el desarrollo del sistema inmunitario y la formación y mantenimiento de las células de la piel y las mucosas, y vitamina C, que actúa como un potente antioxidante.
En cuanto a los minerales, destaca su alto contenido en potasio, que contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso y los músculos.
Respecto a su sabor, las ciruelas amarillas son las más ácidas, mientras que las verdes y las negras suelen ser las más dulces. En un punto intermedio se encuentran las ciruelas rojas, que son especialmente jugosas.
¡Te recomendamos las ciruelas frescas ahora que es temporada, y en invierno optar por las ciruelas pasas!