Para que nuestro cerebro funcione correctamente, debemos cubrir todas sus necesidades y esto se consigue a través de lo que comemos. Piensa que una alimentación desequilibrada puede producir síntomas como nerviosismo, cansancio, problemas de memoria y hasta depresión, por esto es tan importante alimentarse de forma saludable y equilibrada.
¿Sabías que el cerebro representa solamente el 2% de nuestro peso, pero requiere alrededor del 20% de energía que necesitamos durante el día?
Y es que cada alimento y sus nutrientes tienen una función específica en nuestro cerebro: darle energía, protegerlo de envejecer prematuramente o asegurarse de que funciona correctamente. A continuación, te explicamos cuáles son estos nutrientes, qué función tienen y qué alimentos te los aportan. ¡Atento!
- Vitaminas: todas las vitaminas tienen un papel relevante en el cerebro
- Vitamina A: es antioxidante
- Vitamina C: te ayuda a tener memoria
- Vitamina E: protege las células
*Puedes encontrar vitaminas en todas las frutas y verduras, así como en los frutos secos, la yema de huevo y el salmón.
- Minerales: imprescindibles para el correcto funcionamiento del cerebro
- Iodo: imprescindible para el desarrollo del cerebro durante la infancia
- Magnesio: ayuda a reducir el estrés y la ansiedad
- Calcio: favorece la llegada de sangre al cerebro
- Hierro: da oxígeno al cerebro
*Puedes encontrar estos minerales en las algas, las verduras de hojas verdes, los cereales integrales, la fruta seca, las legumbres, los lácteos o las almendras.
- Proteínas: tienen una función estructural y aportan aminoácidos imprescindibles para nuestro cuerpo, como el triptófano o la melatonina, que nos ayudan a controlar las emociones y a regular el estado de alerta y el sueño.
*Puedes encontrar triptófano en el pescado, la carne, los huevos, la piña, el aguacate o las nueces.
- Glucosa: es la fuente principal de energía para nuestro cerebro y nos la dan los alimentos ricos en carbohidratos
*Son fuente de glucosa, los cereales integrales (pan, arroz, pasta), las legumbres, los tubérculos (patata y moniato) y la fruta.
- Grasas omega3: disminuyen el riesgo de sufrir demencia, mejoran el aprendizaje y previenen enfermedades neurodegenerativas.
*Son fuente de omega-3 las semillas de lino, los aceites vegetales, las nueces y, especialmente, el pescado azul (salmón, sardinas, atún) y las algas.
- Hidratación: El agua es fundamental para el buen funcionamiento del cerebro y un consumo insuficiente se relaciona con un estado de irritabilidad, pérdida de memoria y confusión. Lo mejor para hidratarse es el agua y las infusiones.
En resumen, una dieta saludable es imprescindible para el buen funcionamiento de nuestro cerebro. Con la Dieta Mediterránea, que se basa en el consumo diario de todo tipo de vegetales, frutas, legumbres, fruta seca, semillas y aceite de oliva, conseguimos mejorar el estado de ánimo y la capacidad de concentración, además de reforzar la memoria y prevenir determinadas enfermedades neurodegenerativas.