cómo limpiar las setas

Aprende a limpiar y conservar las setas

Un error muy común a la hora de limpiar las setas es ponerlas en remojo, ya que las setas absorben toda el agua y pueden perder algunas de sus propiedades, su textura y su sabor. Te explicamos los diferentes pasos que debes seguir para limpiar las setas y cuáles son las mejores técnicas para conservarlas y así poderlas comer y disfrutar cuando quieras.

¿Cómo limpiar las setas?

Nada de llenar un cazo con agua y sumergir las setas. Si están llenas de tierra, tienen musgo o pequeños trozos de hojas, así es cómo debes limpiar las setas:

  • En primer lugar, coge la seta y sacúdela un poco con cuidado. De esta manera, caerá la tierra o posibles restos de hojas que estén incrustadas. En el caso que estén muy sucias puedes ponerlas bajo el grifo (con un pequeño chorro de agua).
  • Coge un pincel (existen pinceles especiales para las setas, pero con uno corriente te bastará) o un trapo un poco húmedo y limpia las setas cuidadosamente. En el caso de utilizar un papel mojado o trapo, asegúrate después de secarlas bien.
  • Posteriormente, corta un poco el pie, especialmente la parte que tiene tierra. En el caso de las setas más grandes, es recomendable además rascar con un cuchillo el pie como si quisiéramos quitarle una primera capa.
  • Descarta cualquier parte que pueda tener algún bicho.

Una vez las setas están limpias, tienes dos opciones: o las cocinas o las guardas en la nevera para más adelante. Recuerda que las setas son un alimento perecedero y tampoco las podrás almacenar durante mucho tiempo sin cocinar.

"¡Descubre cuáles son las mejores setas comestibles!"

¿Cómo guardar las setas en la nevera?

Si no vas a cocinarlas y las prefieres guardar, es importante que las pongas en un recipiente una al lado de la otra, sin amontonarlas. Finalmente, tápalas con una servilleta de ropa o un trapo.

¿Cómo se pueden conservar las setas?

Es cierto que las setas son típicas de otoño, pero esto no quiere decir que no podamos disfrutar de esta joya culinaria durante el resto del año. ¿Cómo? ¡Muy sencillo! Te enseñamos tres técnicas para que puedas comer setas cuando quieras, aunque existen muchas más.

Congelar las setas

Una vez tengas limpias las setas, saltéalas un poco en una sartén caliente con aceite. Déjalas enfriar y ya las puedes congelar. Es importante que las pases antes por la sartén porque de esta manera quedarán perfectas una vez descongeladas. Puedes congelarlas en raciones, de esta manera te será más práctico para luego cocinarlas.

Conservar las setas

Pon un cazo con agua a hervir y cuando hierva añádele las setas limpias para escaldarlas. Déjalas escurriendo y que se enfríen. Ponlas en diferentes recipientes y conservarlas con aceite, vinagre, hierbas aromáticas…

Seca las setas

Finalmente, otra de las opciones es secar las setas. ¡Es muy fácil! Extiende las setas en una bandeja y déjalas secas al exterior. Es importante que no les toque el sol directo; debes buscar un lugar un poco resguardado. Una vez secas guárdalas en recipientes dentro de la nevera.


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5 maneras de reducir el desperdicio alimentario

Seguro que alguna vez te ha pasado: haces la compra semanal y, a finales de semana cuando revisas la nevera, muchos alimentos siguen allí… Además, algunos productos frescos se han estropeado. ¿Te suena? ¿Qué puedes hacer para reducir el desperdicio alimentario? Coincidiendo el día 29 de septiembre con el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, te damos algunos trucos para planificarte mucho mejor, así como algunas ideas sostenibles para que puedas aprovechar mucho mejor los alimentos.

¿Cómo puedes reducir el desperdicio alimentario?  

Es más fácil de lo que parece. Atento a los siguientes consejos que te ayudarán a reducir el desperdicio alimentario antes de ir a comprar, cuando estés en el supermercado y en casa:

Antes de ir al supermercado:

  1. Comprueba la nevera y la despensa y prepara una lista: revisa la nevera, el congelador y la despensa y apunta solamente aquellos productos que realmente necesitas para evitar comprar alimentos que después no tendrás tiempo de consumir. Ten en cuenta las personas que sois en casa y las cantidades necesarias.
  2. Planifica un menú semanal: programa un menú semanal para ti y tu familia. De esta manera evitarás improvisar y sabrás exactamente qué necesitas comprar. ¡Es súper cómodo y te ayudará muchísimo! En este post te explicamos cómo elaborar un plato saludable y cuáles son los ingredientes que debe llevar.

En el supermercado:

Como te hemos comentado anteriormente, la lista que has preparado será tu mejor aliada en el supermercado. Compra únicamente aquello que tengas anotado (no te preocupes si añades uno o dos productos que no contemplabas), recuerda que la idea básica es tener una buena organización para después no tirar la comida.

En casa:

3. Etiquetas del producto: es importante que tengas presente la diferencia entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente, pues son cosas muy diferentes y que seguro te ayudarán a reducir el desperdicio alimentario.

    • Fecha de caducidad: indica cuando un producto o alimento deja de ser seguro para el consumo
    • Fecha de consumo preferente: indica hasta la fecha que el producto está perfecto en lo que se refiere a textura, aroma o sabor. Una vez superada esta fecha, el producto es totalmente seguro para su consumo pero, a lo mejor, es menos sabroso o ha perdido su textura original.

4. Almacenaje, orden y limpieza: guardar correctamente los alimentos es importantísimo para garantizar su correcta conservación. A continuación te damos algunos tips que te pueden servir para reducir el desperdicio alimentario:

      • Coloca los alimentos que caducan antes en la parte delantera de la nevera, de esta manera los consumirás en el orden correcto.
      • Guarda los alimentos en su lugar específico de la nevera. Los productos frescos, como las frutas y hortalizas, tienen un cajón concreto para almacenarlas, así como la carne y el pescado.
      • Alarga la vida de tus alimentos congelándolos.
      • Mantén la nevera, el congelador y la despensa limpios para que tus alimentos no se estropeen.

Si te sobra comida guárdala correctamente en la nevera bien tapada.

5. Prepara nuevos platos y crea nuevas recetas: si un día te sobra comida puedes guardarla para comerla en los próximos días o preparar otros platos o crear nuevas recetas. Con las verduras del caldo prepara una crema de verduras, con las sobras de un pollo asado cocina unas croquetas o convierte la macedonia que te ha sobrado en un delicioso batido.

 Otra opción es preparar una comida o cena de sobras, es decir, comer todos aquellos platos que nos han sobrado a la largo de la semana. Es una buena idea también para inculcar a los más pequeños de la casa la necesidad y la importancia de reducir el desperdicio alimentario.

Y tú, ¿qué acciones llevas a cabo para reducir el desperdicio alimentario?

Descubre lo que hacemos en Ametller Origen en femcami.org.


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Tips para evitar el desperdicio de frutas y verduras

Las frutas y las verduras, al tratarse de productos frescos, se estropean más fácilmente, ya sea porqué llevan mucho tiempo fuera del árbol o del campo y ya han madurado o por qué no las hemos almacenado correctamente. Se calcula que el 80% de los alimentos que se tiran en la basura en nuestro país son frutas y verduras. Te damos algunos trucos para reducir el desperdicio alimentario.

¿Qué frutas y verduras debemos guardar solas?

Aunque parezca mentira hay determinadas frutas y verduras que no podemos guardar junto con otras piezas en la nevera o fuera de ella. Algunos vegetales desprenden determinadas sustancias que hacen que las de alrededor maduren más rápidamente o se pudran. ¡Sí, tal y como lo lees! Es el caso especialmente de los plátanos y las manzanas. Su elevado contenido en etileno, un gas considerado como la hormona del envejecimiento, hace que aquellas frutas ya maduras almacenadas a su lado se envejezcan rápidamente. ¿Te ha pasado alguna vez? Pues bien, ahora ya sabes la solución; almacena los plátanos y las manzanas por separado de otras frutas y reduce así el desperdicio alimentario.

También es el caso de algunas hortalizas. ¿Sabías que las patatas y las cebollas no se pueden guardar juntas? Es cierto que son dos vegetales con una misma durabilidad y por esto tendemos a almacenarlas en el mismo sitio, pero las patatas, como algunas frutas, dejan etileno, lo que perjudica las cebollas. ¡Así que vigila donde las guardas!

Otra de las verduras con las que debes vigilar son los tomates; a medida que van madurando emiten más etileno. Por lo contrario, las verduras más sensibles al etileno son las crucíferas, especialmente la col, la coliflor, el brócoli, también las zanahorias, los espárragos o la lechuga.

¡Así que muy atento a cómo guardas las frutas y tus verduras a partir de ahora!

Trucos antidesperdicio  

¿Sabes cuál es la fruta que más se desperdicia en España? Te damos dos pistas; acabamos de hablar de ella y es de color amarillo. ¡Sí, nos referimos a los plátanos! Pero no te preocupes si se te ponen un poco negros; solo quiere decir que están muy maduros y te los puedes comer igualmente. Si te sobran, tritúralos y unta una tostada, prepara unas deliciosas galletas de avena y plátano o una mouse.

“Otra opción para la mayoría de las frutas es preparar cubitos de sabores. Coge una cubitera, añade trocitos de fruta, cúbrelo con agua y ¡al congelador!”

Si eres un amante de los frutos rojos, te dejamos algunos trucos para almacenarlos correctamente: sumérgelos con agua y vinagre (tres partes de agua por una de vinagre), sécalos bien y guárdalos en un recipiente dentro de la nevera sin amontonarlos. Si lo prefieres, después de lavarlos los puedes congelar.

En el caso de los tomates puedes congelarlos a tacos para usar, posteriormente, en salsas y guisos. ¿Sabías que si congelas los tomates cherry después son mucho más fáciles de pelar?

Recetas para evitar el desperdicio de alimentos

A continuación, te damos algunas recetas para que puedas aprovechar al máximo tus verduras y reduzcas así el desperdicio alimentario.

  • Una opción muy saludable para aprovechar las verduras más maduras es preparar un humus de aprovechamiento. Utiliza verduras como la remolacha o la berenjena, añádele garbanzos, zumo de limón, comino molido, aceite de oliva y un poco de ajo y ya puedes disfrutar de tu humus.
  • Cuando una lechuga queda un poco mustia, no la tires, aprovéchala para hacer una receta antidesperdicio. ¿Qué te parece un delicioso pesto? Solo necesitas la lechuga, parmesano, frutos secos, aceite de oliva y un diente de ajo.

Descubre en este vídeo otras tres deliciosas recetas antidesperdicio:

https://youtu.be/mvnRQvl9jkI

Y tú, ¿qué trucos tienes para reducir el desperdicio alimentario?


¿Cómo preparar y acompañar una buena raclette?

Original de los Alpes Suizos, la raclette es un queso de pasta prensada elaborado con leche de vaca cruda y acompañado de otros ingredientes como patatas y embutidos. Este plato es típico de invierno, pues al ser caliente es ideal para combatir el frío. ¿Te animas a preparar una deliciosa raclette? A continuación, te contamos cómo prepararla.

¿Qué tipo de queso es la raclette?

De aroma suave y textura cremosa, el queso de raclette llega a pesar entre 6 y 8 kilos que posteriormente se funden en pequeñas porciones. Este queso procede del cantón suizo de Valais y cuenta con denominación de origen protegida.

¿Cómo preparar una raclette?

¡Te contamos cómo preparar una raclette en casa! Actualmente existen máquinas de pequeñas dimensiones para prepararla. Se trata de colocar los trocitos de raclette encima de las planchas y esperar que se fundan. Una vez están listo se mezclan con otros ingredientes como pan, verduras o embutidos. Tradicionalmente, como es lógico no se hacía así. El sistema original consistía en fundir el queso en el fuego de leña.

¿Con qué ingredientes acompañarla?

Las tres opciones más habituales siguiendo la tradición suiza son: las patatas cocidas, los pepinillos en vinagre y las cebollitas. De todas formas, con los años, la receta ha ido evolucionando y es habitual acompañar la raclette de verduras salteadas, pan tostado o embutidos. ¡Mil opciones para chuparse los dedos!

Finalmente, y para el maridaje, la tradición dice que la raclette debe acompañarse de un vino blanco ligero. Os proponemos el Vino blanco Floral Ametller D.O. Penedès, un vino blanco joven elaborado con Moscatell y Sauvignon blanc. Y tú, ¿cómo acompañas la raclette?

En tu tienda habitual y en la tienda online Ametller Origen ¡lo encontrarás todo para preparar una raclette para chuparse los dedos!


sushi

Cuando el sushi en casa se convierte en una experiencia gastronómica de altura

Para comer o para cenar, de pescado o vegetariano; además de delicioso es saludable y apto para todas las edades. ¡Hablamos de sushi! Si eres un sushi lover este post es para ti. Te contamos cuál es el mejor arroz para sushi, cuáles son los diferentes tipos que existen y donde puedes encontrar el mejor sushi para llevar.

 ¿Cuál es el tipo de arroz para sushi?

El arroz es una parte fundamental del sushi, así que escoger la variedad correcta es importantísimo para preparar un buen sushi. Así pues, debes elegir el arroz glutinoso, de grano redondo y corto. Se le llama así porque es extremadamente pegajoso y, por lo tanto, se aglutina. Una vez tienes el arroz adecuado, debes cocerlo correctamente, siguiendo algunos pasos concretos:

  • Lava el arroz con abundante agua y repite este proceso entre 4 y 5 veces.
  • Pon el arroz en una olla y, posteriormente, añádele el agua.
  • Empieza a cocerlo a fuego alto y cuando empiece a hervir baja el fuego y déjalo durante unos 20-25 minutos.
  • Pasado ese tiempo, apaga el fuego y deja reposar el arroz durante unos 15 minutos más.

El siguiente paso es mezclar el vinagre, el azúcar y la sal y, posteriormente, mezclarlo con el arroz. ¡Ya puedes preparar tu variedad de sushi favorita!

¿Cuáles son los tipos de sushi?

Estamos seguros de que has comido muchas veces sushi, pero ¿sabría decirnos cuál es el nombre de cada pieza? No te preocupes, ¡te lo contamos a continuación!

  • Hosomaki: Es el maki más pequeño y se come de un solo bocado. Normalmente lleva un solo ingrediente, lo más habitual es salmón, atún o pepino.
  • Maki: La pieza más popular de todas. Son rollitos similares a los hosomakis, pero más grandes y con un solo ingrediente. Se rellenan tradicionalmente de salmón, atún o aguacate.
  • Futomaki: Es un maki de medida mucho más grande. Se rellena con varios ingredientes, combinando verduras, frutas, pescado o marisco.
  • Uramaki: Es un maki al revés. El arroz se coloca por fuera del alga y se reboza con semillas de sésamo o huevos de pescado.
  • Temaki: El más grande de todos. Es un cucurucho hecho con alga de nori que se rellena de vegetales, pescado y puede contener alguna salsa un poco picante. Se come como si fuera un cucurucho de helado.
  • Nigiri: Se trata de una bola de arroz medio ovalada con un trozo de pescado crudo por encima, normalmente langostino, salmón, anguila o salmón flameado. Una de las piezas más populares junto con el maki.

El mejor sushi para llevar lo encontrarás en Ametller Origen

Si te da pereza preparar sushi, no te preocupes, porqué puedes comprarlo ya preparado. Existen un sinfín de opciones, pero en Ametller Origen tenemos el mejor sushi para llevar. ¿Quieres saber por qué?

  • Elaboramos a diario el sushi, asesorados por Hideki Matsuhisa, xef del Koy Shunka, i el único chef japonés con estrella Michelin del país.
  • Con los mejores productos frescos y de calidad, como el auténtico atún rojo de Balfegó (atún bluefin), la única tienda de alimentación que cuenta con este producto en exclusiva.
  • Makis, niguiris, uramakis, tartars, rolls, poke bowls, bandejas grandes, medianas, pequeñas. ¡Te ofrecemos miles de variedades para que encuentres la que más te gusta!

 El sushi para llevar de Ametller Origen es la mejor opción. ¡Enróllate con el Sushi Hua by Hideki Matsuhisa y disfruta de una experiencia gastronómica a la altura de los mejores restaurantes!


¿Qué alimentos tienen más fibra?

La fibra es una sustancia que encontramos únicamente en los alimentos de origen vegetal, es decir, en frutas, hortalizas, cereales –especialmente integrales-, fruta seca, legumbres y semillas.

 Algunos de los alimentos con más fibra son:

  • Algas, espinacas, acelgas, brócoli, col de bruselas y los berros
  • Coco, níspero, frambuesa, mora y membrillo
  • Las legumbres: especialmente las lentejas, los garbanzos, la soja y las habas.
  • Respecto a los frutos secos, las nueces son las que mayor proporción de fibra contienen.
  • Si nos fijamos en los cereales, el salvado de avena es una gran fuente de fibra y, en general, todos los cereales integrales.
  • Las semillas: destacan las de lino o chía.

Beneficios de la fibra alimentaria, los grandes desconocidos

Si hablamos de los beneficios de la fibra, seguramente lo que primero que te viene a la cabeza es que es buena para el estreñimiento. Pues bien, estás en lo cierto, pero esta sustancia te aporta muchísimos otros beneficios:

  • Regula la entrada de glucosa en la sangre, hecho que previene determinadas enfermedades como la diabetes o la obesidad, entre otras.
  • Hace la síntesis de vitaminas (Vitamina K o la Vitamina B9) por parte de la microbiota intestinal
  • Facilita la absorción de algunos minerales como el calcio
  • Genera componentes que se los relaciona con la prevención de patologías cardiovasculares, como son la hiperlipemia y la diabetes y otros como el cáncer de colon.

Tipos de fibra: insoluble y soluble

A grandes rasgos podemos clasificar la fibra alimentaria en dos grupos:

  • Fibra insoluble: Tiene poca capacidad para retener agua. Es la que encontramos en los alimentos en mayor proporción y la que está más vinculada a la regulación del tráfico intestinal. Mayoritariamente la encontramos en los cereales integrales y en los vegetales.
  • Fibra soluble: Tiene una gran capacidad para retener agua. Es aquella que cuando llega al intestino grueso o colon es fermentada por la microbiota intestinal que habita en esta zona. Como resultado se generan un conjunto de sustancias con efectos beneficiosos para nuestra salud y al mismo tiempo ayuda a mantener el buen estado de esta microbiota. Mayoritariamente la encontramos en las frutas, las legumbres, algunos cereales, algunos vegetales, los frutos secos y las semillas.

¿Qué cantidad de fibra debo consumir a diario? 

Se recomienda un consumo diario de entre 25 a 30 g. de fibra. Para que puedas alcanzar la cantidad recomendada te damos algunas ideas:

  • Consume un mínimo de 3 piezas de fruta al día
  • Incorpora dos raciones de verduras al día
  • Toma cereales integrales
  • Incorpora un puñado de frutos secos para media mañana o en la merienda
  • Incorpora legumbres entre 3 y 4 veces por semana.

 


5 consejos para comprar un buen pescado fresco

El pescado es un alimento con muchos beneficios para la salud, especialmente por su alto contenido en grasas saludables omega-3. Además, es un alimento muy versátil que puedes cocinar de muchas maneras. Es importante que antes de comprarlo te asegures de que es 100% fresco y que está en buenas condiciones. ¿Cómo lo puedes saber? ¡Toma nota!

¿Cómo saber si el pescado es fresco?

Para asegurarte de que el pescado sea fresco, debes fijarte en:

  • La piel: el pescado tiene que estar limpio, reluciente, brillante, con la piel húmeda y de tacto suave
  • Los ojos: son una parte importante que nos da mucha información sobre el estado del pescado. Los ojos deben ser brillantes, limpios, salidos y con las pupilas negras. Si presentan mucosidades o los ojos están hundidos o tienen las pupilas rojizas, quiere decir que hace días que el pescado está fuera del agua
  • Olor: el pescado tiene que oler a mar y debe ser agradable. Es verdad que puede variar entre las diferentes especies, pero nunca debe presentar un olor desagradable
  • Carne: esta debe ser siempre firme y elástica. Para comprobarlo, presiona suavemente con los dedos, estos no deberían quedarse marcados.
  • Agallas: deben presentar un color rojo intenso.

En el caso de los crustáceos, el caparazón tiene que ser brillante y con agradable olor de mar.

"Recuerda comer pescado entre 3 y 4 veces a la semana y, como mínimo, una de pescado azul"

Tipos de pescado para comer: blanco, semigraso y azul

¿Cuántas veces has estado en la pescadería y hay pescados que ni siquiera conoces? Esto es habitual y es que acostumbramos a comprar y consumir siempre los mismos: aquellos que tradicionalmente hemos visto en casa o los más conocidos por todo el mundo. De todos modos, hay una gran variedad de pescados riquísimos y saludables.

Como te hemos avanzado, el pescado presenta un elevado contenido de grasa muy saludable, que varía según la especie.  Así pues, en función del contenido de grasas podemos clasificar los pescados en:

  • Pescado magro o blanco: pertenecen a este grupo la merluza, el bacalao, el lenguado o el rape. Tienen un contenido de compuestos grasos inferior al 2%.
  • Pescado semigraso o blanco: como el besugo, la lubina, la dorada, la bacaladilla, la trucha o el emperador. Tienen entre un 2 y un 5% de compuestos grasos.
  • Pescado azul o graso: el atún, bonito, sardinas, boquerón, pez espada, muelle, anguila, salmón, caballa o las anchoas. Tienen más del 5% de compuestos grasos.

“¿Sabías que el contenido de grasa es mayor en verano que en invierno?”

Las grasas saludables del pescado son las conocidas como omega-3, que ayudan a regular los niveles correctos de colesterol en la sangre y disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

El pescado es un alimento muy versátil y se puede consumir y cocinar de diversas formas: asado, guisado, a la plancha, a la parrilla, al vapor o a la papillota. Además, lo puedes condimentar con especies o hierbas, como el perejil, la pimienta, el ajo, ajo y perejil o con zumo de limón. Te ayudarán a potenciar el sabor del pescado y no te hará falta añadir sal.

"CONSEJO: Si después de cocinar te sobra un poco de pescado, lo puedes utilizar para hacer croquetas, sopas, cremas o buñuelos y reducir así el desperdicio alimentario"