Seguro que más de una vez has escuchado que el aceite de oliva virgen es muy beneficioso para tu salud. Pues bien, que sepas que es totalmente cierto, y es que el aceite de oliva virgen, especialmente el virgen extra, es uno de los pilares de la dieta mediterránea y destaca por sus propiedades saludables.
¿Cuáles son los principales nutrientes del aceite de oliva?
- Contiene grasas saludables: especialmente grasas mono insaturadas (ácido oleico) que te protegen el corazón y te ayudan a hacer la digestión y a prevenir determinadas enfermedades como la diabetes tipo 2 o algunos cánceres.
- Rico en vitaminas E y K: la vitamina E te aporta propiedades antioxidantes, mientras que la vitamina K te ayuda a cuidar tus huesos y tiene beneficios sobre la coagulación de la sangre.
- Contiene polifenoles: se trata de unos compuestos que tienen una gran capacidad antioxidante.
Tipos de aceite de oliva
Podemos diferenciar tres tipos de aceite de oliva:
- Aceite de oliva virgen extra: se obtiene de las olivas y, únicamente, se consigue mediante procedimientos mecánicos. Es el aceite de más calidad con unas propiedades sensoriales (aroma y sabor) excepcionales y sin defectos, y con todas las vitaminas y sustancias antioxidantes de las olivas.
- Aceite de oliva virgen: igual que el anterior, se obtiene de las olivas y, únicamente, mediante procesos mecánicos. Asimismo, también conserva todas las vitaminas y sustancias antioxidantes de las olivas, pero sensorialmente es menos excepcional que el aceite de oliva virgen extra.
- Aceite de oliva: se trata de una mezcla de aceites de oliva refinados y aceites de oliva vírgenes. Contiene menos vitaminas y sustancias antioxidantes que en los dos casos anteriores, porqué se pierden durante los tratamientos de refinación.
¿Qué aceite utilizo para cocinar?
Se trata de una pregunta recurrente, así que vamos a intentar aclararla. Es muy importante que para disfrutar de todos los beneficios del aceite lo utilices correctamente. Esto quiere decir que, por ejemplo, los aceites con grasas mono insaturadas –virgen extra, virgen y oliva- resisten mucho mejor las temperaturas, a diferencia del aceite de girasol que se oxida rápidamente y tiene un sabor rancio. Por este motivo, cuando cocines debes utilizar aceite de oliva virgen. Para aliñar también te recomendamos el aceite de oliva virgen.
¿Puedo guardar el aceite que he utilizado para cocinar?
De entrada te diremos que sí, pero antes debes asegurarte que el aceite no se ha quemado. En el caso que no lo esté, puedes filtrarlo para eliminar las partículas que quedan después de la fritura y guardarlo en un lugar fresco, seco y protegido de la luz, y lo podrás reutilizar entre tres y cuatro veces.
El color y el sabor de este tipo de aceite
¿Te has preguntado alguna vez de qué depende que un aceite sea amarillo pálido o verde intenso? Pues bien, el color viene definido por el tipo de aceituna que se ha utilizado (arbequina, hojiblanco, picual, blanqueta, etc.), el grado de madurez de esta y las condiciones climáticas y del suelo. De la misma manera, el sabor del aceite también depende de estos factores y si alguna vez lo has notado picante o un poco amargo, no te asustes, este sabor indica que tiene una elevada concentración de antioxidantes y que es de gran calidad.
Ahora que conoces todos sus beneficios y propiedades, incorpora, siempre que puedas, el aceite de oliva en tus comidas: ensaladas, pasta, recetas al vapor, a la plancha o hervidos. La recomendación es de entre 4 y 6 raciones de aceite al día (se considera una ración una cuchara sopera, unos 10 ml).