Tanto si has oído hablar del BLW (las siglas en inglés de baby-led weaning) como si no te suena de nada, estás en el lugar adecuado. En el siguiente post te contamos en qué consiste esta práctica de alimentación para bebés y porqué es beneficiosa para los más pequeños de la casa. ¡Toma nota!
Baby-led weaning, todo lo que debes saber
En primer lugar vamos a traducir baby-led weaning para tener las cosas más claras: se trata de la alimentación dirigida o autorregulada por el bebé. Esta práctica, enfocada a bebés a partir de los seis meses coincidiendo con el inicio de la fase de alimentación complementaria, funciona de la siguiente manera: con el objetivo de empezar a incorporar alimentos en su dieta, además de la leche materna o la leche de fórmula, se le ofrecen al bebé alimentos sólidos, no triturados, para que él mismo se alimente con las manos.
Con esta técnica, el bebé empieza a disfrutar de diferentes sabores, texturas, aromas y colores a la vez que empieza a alimentarse de forma autónoma y mejora su psicomotricidad.
¿Qué alimentos puedo dar a mi bebé?
A continuación te damos algunas ideas: puedes darle trocitos de fruta, verdura y hortalizas, siempre de textura blanda, pera, plátano, gajos de naranja, brócoli, zanahoria, patata o calabaza hervidos. Otra opción son palitos de pan o tortitas de maíz o trocitos pequeños de pollo o pescado blanco (merluza) a la plancha o huevo.
La idea es que mientras tu bebé toquetea y prueba los diferentes alimentos tú estés a su lado supervisándole siempre y, si es tu hora de comer, comas con él. De esta manera, ¡fomentas los momentos familiares con tu bebé!
¿Qué alimentos no puede tomar?
Debemos evitar, como mínimo hasta los 3 años, aquellos alimentos que puedan suponer riesgo de atragantamiento como los frutos secos enteros, las palomitas de maíz, los granos de uva o piezas de fruta y verduras enteras o cortadas a trozos muy grandes.
Si quieres más información sobre cómo debe ser la alimentación en la primera infancia, puedes consultarlo aquí.