El rábano es una planta de la familia de las crucíferas con un tallo ramoso, con numerosos pelos; la base de éste se une con la raíz, y constituyen un tubérculo globoso. ¿Quieres saber qué propiedades tiene esta verdura, por qué tiene un sabor un poco picante, y qué recetas puedes preparar? ¡Toma nota!
¿Qué sabor tiene el rábano?
Esta raíz comestible tiene un sabor fresco con un ligero toque amargo y picante. Estamos seguros de que si comes rábanos de forma habitual lo habrás notado. De todos modos, ¿sabes por qué pican? Se debe a su contenido en compuestos azufrados, concretamente, los glucosinolatos que le confieren este sabor. Si te molesta mucho este sabor puedes pelarlos o bien aliñarlos con un poquito de zumo de limón y aceite para rebajar el sabor.
4 propiedades de esta verdura
A continuación te contamos por qué es tan buena esta verdura. ¡Atent@!
- Elevado contenido en agua: eso significa que tiene un bajo contenido energético.
- Fuente de vitamina C: que contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo. El consumo de 80 g de rábanos aporta un 27% de las ingestas recomendadas de esta vitamina.
- Rico en potasio y calcio: bueno para tus músculos y huesos
- Contiene glucosinolatos: estos compuestos te ayudan en la prevención del cáncer
“¿Quieres saber cómo cultivamos los rábanos en nuestros campos? Te lo explicamos en este vídeo”
¿Cómo se puede comer los rábanos?
Generalmente, los rábanos se comen crudos aliñados o en ensaladas junto con otros alimentos. De todos modos, también puedes prepararlos al horno con un poco de especies, tan solo debes cortarlos y ponerlos al horno durante una media hora a 180º; otra opción es una crema de patata con rábanos, un plato de cuchara ideal tanto para invierno como verano. Finalmente, también puedes preparar rábanos encurtidos, una receta diferente y original para incorporar esta verdura en tu dieta.
¿Se pueden comer las hojas de los rábanos?
¡Pues sí! ¿Verdad que no te lo pensabas? Las hojas de los rábanos te las puedes comer o bien hervidas, en el caso de que ya estén un poco pochas, como si fueran espinacas, o bien crudas, dentro de una ensalada.