Sin ningún tipo de duda, la sandía es una de las frutas más apreciadas en verano; no solo por su dulzura, sino también porque es muy refrescante e hidratante, y es que es la fruta que más cantidad de agua contiene, concretamente un 95%. En Ametller Origen tenemos una manera concreta de cultivar y cosechar que nos permite ofrecerte las sandías más buenas y dulces. ¿Quieres saber dónde y cómo las cultivamos? Te lo explicamos:
Campos propios en Camarles y en Murcia
Actualmente, tenemos 36 hectáreas de campos propios donde cultivamos sandieras, situadas en Camarles, a en Les Terres de l’Ebre, y en Murcia. Para que te hagas una idea, la sandiera es una enredadera, con tallos muy largos y vellosos, de flores amarillas y que se va expandiendo por tierra. Así pues, las plantas se van mezclando las unas con las otras, de forma que las sandías quedan escondidas debajo de las matas y, a primera vista, no son fáciles de ver, porque tienen el mismo color verde que las plantas.
Cosechamos en el punto óptimo de maduración
Durante el cultivo de las sandías, y con el objetivo de protegerlas de las altas temperaturas, hacemos un seguimiento diario para asegurarnos que ni se echan a perder ni se queman. Aun así, y para que las puedas disfrutar cuando son más buenas, siempre las cosechamos en su punto óptimo de maduración. ¿Y cómo sabemos cuándo están mejor? Pues nos fijamos en el tallo que está unido a la sandía; si todavía tiene pelos, quiere decir que está verde, si no tiene, quiere decir que ya está madura. Además, aquellos frutos que ya están a punto para cosechar, nos aseguramos de no regarlos el día antes, para que no tengan tanta agua y, por lo tanto, sean más crujientes y buenos.