De piel aterciopelada como el melocotón, pero de forma aplastada y pulpa blanca, el paraguayo es una fruta dulce muy popular durante los meses de verano. A continuación te explicamos dónde cultivamos nuestros paraguayos, ¡así como las técnicas que utilizamos para que sean tan buenos y dulces!
Más de 79 hectáreas de campos propios
Actualmente, tenemos casi 80 hectáreas de campos propios de paraguayos, concretamente en el Penedès, en les Terres de l’Ebre (Camarles) y en Murcia. Asimismo, trabajamos con familias payesas asociadas que tienen el mismo amor por la tierra que nosotros y con quien compartimos información y conocimientos sobre técnicas de cultivo para garantizar frutas y verduras con el máximo sabor y nutrientes y un bajo impacto, siempre siguiendo nuestros estándares de calidad así como unas técnicas específicas de cultivo, especialmente centradas en la agricultura sostenible, para ofrecer un producto fresco, genuino y de máxima calidad. En el caso de los paraguayos, estas familias tienen los cultivos situados, principalmente, en la zona de Lleida.
Sol, sol y más sol
Para cultivar los paraguayos, nuestros campesinos siguen las mismas técnicas que en el caso de los melocotones. Supervisan que todos los frutos reciban luz solar para asegurar unos paraguayos dulces y gustosos. Priorizamos la calidad a la cantidad, porque para nosotros es primordial ofrecer un producto con el máximo sabor.
A la hora de cosecharlos, esperamos que la fruta madure en el árbol para cogerla en su punto óptimo y las encajamos directamente para enviarlas a las tiendas en menos de 12 horas, de este modo, mantenemos la frescura del producto y evitamos un exceso de manipulación.