A lo largo de las últimas décadas, tanto las alergias como las intolerancias alimentarias se han incrementado de manera exponencial a nivel mundial, pero sobre todo en las sociedades occidentales como por ejemplo la nuestra, especialmente en las áreas urbanas y, más concretamente, en la población infantil. A continuación te explicamos la principal diferencia entre intolerancias y alergias y cuáles son las más habituales entre los más pequeños.

Diferencias entre alergias alimentarias e intolerancias

A pesar de que a menudo se incluyen en el mismo grupo de enfermedades, hay que diferenciar una alergia alimentaria de una intolerancia:

  • Alergias alimentarias: Se dan por reacciones inmunológicas exageradas del organismo cuando comemos un alimento que tiene algún tipo de componente (alérgeno) y, como resultado, dan una reacción adversa no deseable. Es una alergia alimentaria, por ejemplo, la enfermedad celiaca, que se da por el consumo del gluten y otras proteínas relacionadas.

Dentro de las alergias alimentarias podemos dividir entre aquellas que presentan una respuesta rápida después de consumir el alimento, menos de 2 h, y que normalmente son las que presentan problemas a la piel, picor o vómitos. Algunos alimentos que pueden provocar este tipo de alergia son la leche, el huevo o los frutos secos.

Por otro lado, existen aquellas alergias donde los síntomas aparecen de forma retardada, más suave y prolongados en el ninguno de unas horas o días después de consumir el alimento. Los síntomas presentes en este tipo de alergia suelen ser principalmente digestivos.

  • Intolerancias alimentarias: Son aquellas reacciones adversas que se producen por la mala digestión o absorción a nivel intestinal de un alimento o alguno de sus componentes. Los principales síntomas son diarrea, vómitos o dolor abdominal, pero la principal diferencia es que no interviene el sistema inmunitario. Un ejemplo de estas sería la intolerancia a la lactosa.

¿Qué alimentos pueden generar alergias e intolerancias?

Aunque cualquier alimento puede generar una reacción alérgica, dependerá de la edad, la localización geográfica y de los hábitos alimentarios. Las principales alergias entre los más pequeños son la alergia a la proteína de leche de vaca (PLV), a la proteína del huevo y a la del pescado y, en edades posteriores, también a las proteínas de los frutos secos, el marisco, las legumbres o las frutas.

En cuanto a las intolerancias más habituales destacan a la lactosa, a la fructosa o sacarosa, que son los azúcares que se encuentran de manera natural a la fruta, en algunas verduras y a la miel, al gluten y a la histamina, que es una sustancia que contienen varios alimentos.

Recomendaciones en los niños con alergias alimentarias

En aquellos hogares donde hay un niño con alergia alimentaria es importante manipular correctamente los alimentos para evitar las contaminaciones cruzadas. Así pues, debe evitarse freír los alimentos donde antes se han freído alimentos con alérgenos y se deben utilizar utensilios exclusivos para la manipulación de los alimentos que no contengan alérgenos.