Típica del otoño y del invierno, la chirimoya es una fruta de temporada a menudo desconocida por muchos. Por este motivo, en el siguiente post te contamos cómo es esta fruta, cuál es su sabor, sus principales beneficios y cómo te la puedes comer. ¡Toma nota!
Pasos para identificar una chirimoya
- Color: De piel de color verde apagado, la chirimoya se caracteriza especialmente por sus dibujos de escamas. Por dentro, es de pulpa blanca, con semillas negras
- Medida: Como un pomelo, aproximadamente
- Textura: La pulpa es carnosa, blanda y muy dulce
Con respecto a su sabor, la chirimoya recuerda a una mezcla entre la fresa, la piña y el mango.
Beneficios de la chirimoya
- Rica en carbohidratos: En comparación con otras frutas, la chirimoya contiene más carbohidratos, el 20% de su peso, fundamentalmente por los azúcares propios de esta fruta
- Fuente de potasio: Este mineral contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y de los músculos. Una ración de chirimoya cubre el 13% de la ingesta recomendada de potasio en un adulto
- Rica en vitamina C: ayuda a mantener tus células sanas y jóvenes. Se calcula que la chirimoya aporta el 36% de esta vitamina recomendada en un adulto.
¿Cómo se puede comer la chirimoya?
La forma más fácil es partirla por la mitad y comértela con cuchara, de la misma forma, que con kiwi. Eso sí, ¡vigila las semillas! Esta fruta es ideal para comer sola, dentro de un yogur o por ejemplo, en forma de batido o como mermelada. ¡Disfrútala!