¿Sabías que las hojas de los canónigos son más tiernas y sabrosas cuando más pequeñas son? Esta verdura de color verde, hojas redondeadas y con un sabor que recuerda ligeramente a la nuez o a las avellanas es ideal para las ensaladas. A continuación te explicamos por qué debes incorporar canónigos en tus platos, algunas curiosidades y cinco recetas con esta verdura.
¿Cómo cocinar los canónigos?
Esta verdura suele utilizarse siempre en crudo y se añade al plato justo antes de servir o incluso después de aliñarlo. La razón es que el calor y algunos condimentos fuertes como el vinagre o, incluso, el mismo aceite, deterioran los canónigos, haciendo que se vuelvan más oscuros y que esto arruine su textura.
Es por esto que los canónigos son ideales para:
- Ensalada de canónigos solos o mezclados con rúcula, lechuga o espinacas. Es la opción más popular y fácil para incorporar esta verdura en tu dieta.
- Otra opción diferente e innovadora es añadirlos encima de una pizza una vez sacada del horno. De la misma manera que haces con la rúcula, pero esta vez con canónigos.
- Preparar un pesto de canónigos, substituyendo la albahaca por esta verdura.
- Una deliciosa tortilla: sabemos que lo mejor es comerlos crudos, pero te proponemos una opción a la que no podrás resistirte; prepara una tortilla a la francesa de toda la vida, pero esta vez échale unos canónigos, previamente salteados. ¡Estamos seguros que el resultado te encantará!
- Una súper quiche de canónigos templados, champiñones y cebolleta. La quiche de siempre de verduras y queso, pero ahora con canónigos también.
Finalmente, debes saber que esta verdura es la reina de los acompañamientos. Siempre te quedará genial para acompañar un pescado, una carne o un pastel o tarta salada. ¿Te atreves?
¿Qué propiedades tienen los canónigos?
- Elevada cantidad de betacarotenos: tienen un papel muy importante en la protección de las células ante el envejecimiento, gracias a su poder antioxidante y ayuda a mantener una buena vista, además del aspecto del cabello y las uñas. Si no lo sabías, los betacarotenos son un pigmento que da a las verduras y hortalizas un color naranja (calabaza, zanahoria, pimiento, moniato), pero que en el caso de los canónigos queda enmascarado por el color verde de la clorofila, como pasa con las acelgas o las espinacas. ¿Curioso, verdad?
- Mucha vitamina C: 100 g de canónigos equivalen al 58% de la ingesta diaria recomendada para un hombre y una mujer adulta.
- Yodo: importante en la formación de las hormonas. Los canónigos cubren una cuarta parte del yodo necesario en un adulto.
- Potasio: ayuda a reducir la presión arterial, mejora la salud cardíaca y tiene un papel importante a nivel muscular. Además, depura la sangre de posibles toxinas.
¿Cuál es el origen de esta verdura?
Según se cuenta, la primera noticia de su cultivo aparece en un documento alemán de 1588. Antes solo la consumían los campesinos, pero desde principios del siglo pasado, empezaron a cultivarse variedades con hojas algo más grandes y tiernas que las silvestres, hecho que propició el incremento de su consumo.
¿Cuál es su estacionalidad?
Se trata una planta anual, resistente al frío. Los canónigos se suelen cosechar en marzo y abril, pero si las lluvias acompañan, también se pueden recolectar en otoño e invierno.
¿Cómo debo conservarlos?
Una correcta conservación de cualquier alimento es primordial para reducir el desperdicio alimentario. En el caso de los canónigos pueden conservarse en el frigorífico entre 3-5 días, pues posteriormente pueden ponerse mustios. Lo importante es que se guarden en un recipiente cerrado, por ejemplo un tupper de cristal, con un poco de humedad. Esta la podemos conseguir echando unas gotitas de agua por encima de la verdura o envolviendo los canónigos con un paño un poco húmedo.
Algunas curiosidades de los canónigos
A continuación te explicaremos algunos datos curiosos sobre esta verdura:
- Los canónigos reciben este nombre porqué son una planta que se acostumbraba a cultivar en los huertos de los monasterios y conventos por parte de los eclesiásticos.
- También son conocidos como ‘la hierba de los gatos’ ya que su olor, tan pronunciado e intenso, atrae a los felinos.
- Esta verdura se distingue por la particular disposición de sus pequeñas hojas en forma de ramilletes o rosetas.
- Es una planta altamente perecedera, es decir, se estropea rápidamente.
- Las flores de los canónigos son muy pequeñas y de tonos blancos y azules.
- Como más grandes son las hojas, más amargas.
¿Cómo diferenciar los canónigos de los berros?
Seamos sinceros; si no has visto muy a menudo unos canónigos, puede ser que de entrada los confundas con los berros. Por esto, te queremos explicar cuáles son sus diferencias para que aprendas a diferenciar ambas verduras.
Diferencias a simple vista:
- Tamaño de las hojas: las hojas de los canónigos son de mayor tamaño.
- Forma de las hojas: los canónigos tiene una forma un poco ovalada, mientas que los berros son más redonditos.
Otras diferencias:
- Sabor: como te hemos comentado anteriormente, el sabor de los canónigos recuerda un poco a los frutos secos, mientras que los berros tienen un punto picante y amargo, parecido a la mostaza.
- Familia de plantas: los canónigos forman parte de la familia de las valerianácenas, mientras que los berros son crucíferas.
- Minerales: los canónigos te aportan, principalmente, yodo y potasio, mientras que los berros hierro y calcio.
Ahora que ya conoces todos los beneficios de los canónigos, cómo puedes cocinarlos y la mejor forma de conservarlos, ¡no dudes en incorporarlos en tu dieta!