¿Sabías que la sandía es la fruta con mayor contenido en agua? Sí, como lo oyes; en total, ¡un 95% de su peso!

Es por esto que esta fruta de verano tan refrescante es muy hidratante, ideal para los días de más calor, y baja en calorías. Además, la sandía es rica en vitamina A, necesaria para el desarrollo del sistema inmunitario, la formación y mantenimiento de las células de la piel y las mucosas y el crecimiento de los huesos. En cuanto a los minerales, se destaca principalmente el potasio, que contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso y de los músculos.

La sandía es ideal para tomar como postre después de las comidas, a media mañana o como merienda. Córtala a dados y ofrécela a los más pequeños de casa para que se refresquen; ¡seguro que les encanta! Y si quieres darle todavía un toque más refrescante, te recomendamos que la cortes, la pongas dentro de un bol y añadas un poco de zumo de limón y unas hojas de menta. ¡Buenísima!

Recuerda que para llevar una dieta equilibrada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir un mínimo de tres piezas de fruta al día.