Existen un sinfín de preguntas y debates alrededor de cuál debe ser el papel de los azúcares en la dieta de un niño; por esto, a continuación te resolvemos todas tus dudas acerca de este tema. ¡Sigue leyendo!

La importancia de una alimentación saludable

Para empezar, debemos recordar que, para que una alimentación sea saludable debe cubrir todas las necesidades de nutrientes, es decir, debe incluir proteínas, carbohidratos, lípidos, vitaminas y minerales que el cuerpo necesita.

Más concretamente, si nos fijamos en los carbohidratos, encargados de darnos energía, a menudo se considera que hacen aumentar el riesgo de sufrir enfermedades crónicas como la obesidad, hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares o determinados tipos de cáncer. De todos modos, debe quedar claro el problema no está en los carbohidratos en sí, sino en la cantidad de determinados carbohidratos que se toman a lo largo de día.

 ¿Qué tipos de carbohidratos existen?

Principalmente se pueden diferenciar entre almidón y azúcares:

  • Almidón: Es un carbohidrato que encontramos en alimentos como los cereales (arroz, maíz, avena), los pseudocereales (quinoa), determinadas hortalizas (calabaza, remolacha), las legumbres (garbanzos, lentejas, soja) o los tubérculos (patata). Este tipo de azúcar nos proporciona glucosa y es una fuente muy importante de energía. Muchos estudios han demostrado que el consumo de estos alimentos es beneficioso para la salud.
  • Azúcares: Son los carbohidratos presentes principalmente en frutas, hortalizas, leche y otros productos como las bebidas energéticas, la bollería, la miel o el azúcar de mesa. Dentro de los azúcares podemos diferenciar entre: azúcares intrínsecos, libres o añadidos y totales.
    • Azúcares intrínsecos: son los que encontramos de natural en los alimentos, como la glucosa y la fructosa en las frutas y verduras o la lactosa en la leche.
    • Azúcares libres o añadidos: son los azúcares (glucosa, fructosa y sacarosa) que se añaden a los alimentos durante su elaboración, preparación o cocinado y los encontramos principalmente en los alimentos procesados (bollería, refrescos, dulces o zumos). Algunos ejemplos de azúcares libres son el azúcar refinado, la miel, jarabes, edulcorantes.
    • Azúcares totales: es la suma de los intrínsecos y los libres

Esta distinción es muy importante para entender por qué un mismo azúcar tiene un efecto determinado en función de si es intrínseco o se ha añadido en un alimento (la glucosa y la fructosa de las frutas es bueno, mientras que son nocivos para la salud cuando se añaden a la comida y abusamos).

Azúcares y niños

La adopción de unos hábitos de vida saludables durante la infancia es clave para educar a los niños en la importancia de seguir una correcta alimentación. De esta manera, en esta edad es muy importante reducir al máximo el consumo de azúcares añadidos, pues su consumo se relaciona con una mala alimentación, además de aumentar el riesgo de sufrir determinados problemas de salud crónicos y caries.

¿Cuánto azúcar añadido puede comer un niño?

Según la OMS se recomienda que la ingesta de azúcar añadido no sobrepase el 10% de la ingesta energética total diaria de un niño/a, aunque está demostrado que aun sería mejor si esta cifra se redujera al 5%. Para que te hagas una idea, estos valores traducidos a gramos y para una dieta de 2000 kcal, serían 50 g (10%) y 25 g (5%).

6 trucos para disminuir el consumo de azúcar

  • Evita el azúcar con la leche: esta ya es dulce por su contenido en lactosa
  • Evita los zumos de fruta comerciales y néctares. Apuesta por la fruta entera.
  • Utiliza la fruta madura y las especias para acompañar el yogur
  • La mejor bebida es el agua. También puedes optar por los zumos caseros y las infusiones
  • Si preparas una receta dulce, reduce a la mitad el azúcar
  • Educa el paladar: disminuye poco a poco la cantidad de azúcar