Estamos seguros de que has oído hablar sobre los probióticos. De todos modos, ¿sabes qué son y cómo funcionan? Te lo contamos todo en el siguiente artículo, pero antes debemos pararnos un momento a hablar sobre la microbiota. ¡Toma nota!

La microbiota y su importancia

Para que te hagas una idea, nuestro cuerpo está formado por diferentes células que “trabajan” para el correcto funcionamiento del organismo y también por microorganismos (bacterias, virus, etc) que se conocen con el nombre de microbiota. La microbiota nos protege de la entrada de posibles virus o nos ayuda digerir determinados alimentos, además de otras funciones.

La microbiota que encontramos en el intestino se conoce con el nombre de microbiota intestinal y el 95% se encuentra en el intestino grueso. Por si no lo sabías, esta microbiota la adquirimos cuando nacemos y durante el primero año de vida, pero también va variando en función de lo que comemos, de nuestro estilo de vida y del entorno.

Los probióticos: todo lo que debes saber

La palabra probiótico, que deriva del griego ‘a favor de la vida’, se podría definir como aquellos microorganismos vivos que, cuando se toman en cantidades adecuadas, nos aportan un beneficio para la salud, especialmente para nuestra microbiota intestinal.

Así, por ejemplo, el primer probiótico que se utilizó fue el yogur que contiene una bacteria muy beneficiosa, y otros alimentos fermentados. Posteriormente, han aparecido otros en forma de complementos alimentarios a los que se les añaden determinados probióticos como por ejemplo la kombucha o algunos alimentos fermentados.

Con respecto a sus beneficios, algunos probióticos han demostrado tener beneficios en episodios de diarrea por la toma de antibióticos, el estreñimiento, la mala digestión de la lactosa, la gastroenteritis o los cólicos de los bebés.

En resumen, cuida tu microbiota intestinal, siguiendo un estilo de vida saludable que incluya una alimentación saludable y un buen descanso.