Las frutas y las verduras, al tratarse de productos frescos, se estropean más fácilmente, ya sea porqué llevan mucho tiempo fuera del árbol o del campo y ya han madurado o por qué no las hemos almacenado correctamente. Se calcula que el 80% de los alimentos que se tiran en la basura en nuestro país son frutas y verduras. Te damos algunos trucos para reducir el desperdicio alimentario.
¿Qué frutas y verduras debemos guardar solas?
Aunque parezca mentira hay determinadas frutas y verduras que no podemos guardar junto con otras piezas en la nevera o fuera de ella. Algunos vegetales desprenden determinadas sustancias que hacen que las de alrededor maduren más rápidamente o se pudran. ¡Sí, tal y como lo lees! Es el caso especialmente de los plátanos y las manzanas. Su elevado contenido en etileno, un gas considerado como la hormona del envejecimiento, hace que aquellas frutas ya maduras almacenadas a su lado se envejezcan rápidamente. ¿Te ha pasado alguna vez? Pues bien, ahora ya sabes la solución; almacena los plátanos y las manzanas por separado de otras frutas y reduce así el desperdicio alimentario.
También es el caso de algunas hortalizas. ¿Sabías que las patatas y las cebollas no se pueden guardar juntas? Es cierto que son dos vegetales con una misma durabilidad y por esto tendemos a almacenarlas en el mismo sitio, pero las patatas, como algunas frutas, dejan etileno, lo que perjudica las cebollas. ¡Así que vigila donde las guardas!
Otra de las verduras con las que debes vigilar son los tomates; a medida que van madurando emiten más etileno. Por lo contrario, las verduras más sensibles al etileno son las crucíferas, especialmente la col, la coliflor, el brócoli, también las zanahorias, los espárragos o la lechuga.
¡Así que muy atento a cómo guardas las frutas y tus verduras a partir de ahora!
Trucos antidesperdicio
¿Sabes cuál es la fruta que más se desperdicia en España? Te damos dos pistas; acabamos de hablar de ella y es de color amarillo. ¡Sí, nos referimos a los plátanos! Pero no te preocupes si se te ponen un poco negros; solo quiere decir que están muy maduros y te los puedes comer igualmente. Si te sobran, tritúralos y unta una tostada, prepara unas deliciosas galletas de avena y plátano o una mouse.
“Otra opción para la mayoría de las frutas es preparar cubitos de sabores. Coge una cubitera, añade trocitos de fruta, cúbrelo con agua y ¡al congelador!”
Si eres un amante de los frutos rojos, te dejamos algunos trucos para almacenarlos correctamente: sumérgelos con agua y vinagre (tres partes de agua por una de vinagre), sécalos bien y guárdalos en un recipiente dentro de la nevera sin amontonarlos. Si lo prefieres, después de lavarlos los puedes congelar.
En el caso de los tomates puedes congelarlos a tacos para usar, posteriormente, en salsas y guisos. ¿Sabías que si congelas los tomates cherry después son mucho más fáciles de pelar?
Recetas para evitar el desperdicio de alimentos
A continuación, te damos algunas recetas para que puedas aprovechar al máximo tus verduras y reduzcas así el desperdicio alimentario.
- Una opción muy saludable para aprovechar las verduras más maduras es preparar un humus de aprovechamiento. Utiliza verduras como la remolacha o la berenjena, añádele garbanzos, zumo de limón, comino molido, aceite de oliva y un poco de ajo y ya puedes disfrutar de tu humus.
- Cuando una lechuga queda un poco mustia, no la tires, aprovéchala para hacer una receta antidesperdicio. ¿Qué te parece un delicioso pesto? Solo necesitas la lechuga, parmesano, frutos secos, aceite de oliva y un diente de ajo.
Descubre en este vídeo otras tres deliciosas recetas antidesperdicio:
Y tú, ¿qué trucos tienes para reducir el desperdicio alimentario?