¿Cómo cocinar alcachofas frescas?

Son las reinas de la temporada: las alcachofas. Además de saludables son deliciosas y muy versátiles. De todos modos, a menudo surge la duda de cómo deben cocinarse las alcachofas de forma fácil para que queden blanditas y no te den mucho trabajo. ¡Te lo contamos en menos de un minuto!

Alcachofas al microondas o hervidas

Una forma súper sencilla de cocinar las alcachofas es al micro. Saca las hojas exteriores, que son las más duras, corta el tallo y, si quieres, córtalas por la mitad o déjalas enteras. Ponlas en un plato, añade un chorrito de aceite, un poco de sal y pimienta, y ponlas al micro, aproximadamente, durante 10 minutos a máxima potencia. 

Otra opción es hervirlas. Sigue los pasos anteriores y ponlas a hervir durante unos 15-20 minutos. Después alíñalas y ¡ya están listas para comer! Si quieres darles un plus, pásalas por la sartén, vuelta y vuelta; ¡ya verás que buenas!

Otras formas de cocinar esta hortaliza

A la brasa, confitadas, rebozadas. Si algo bueno tiene la alcachofa es que es muy versátil y se puede preparar de muchas formas diferentes y te puede servir de acompañamiento de una gran variedad de platos. 

Como te comentábamos, las alcachofas confitadas también son ideales y muy sencillas de preparar. ¡Apunta!

  • Limpia las alcachofas, quitándole las primeras hojas y el tallo.
  • Córtalas y ponlas dentro de una olla y cúbrelas con aceite de oliva virgen.
  • Déjalas en la olla a baja temperatura durante una hora y media o dos.
  • Déjalas enfriar. Guárdalas en un bote con el aceite por encima.

Si prefieres unas alcachofas crujientes, las rebozadas son tu opción. Así se preparan:

  • De nuevo, límpialas, quítales las hojas exteriores y córtalas
  • Bate un huevo y añádele harina. Sumerge los trozos de alcachofa.
  • Prepara un sartén con el aceite caliente y fríe las alcachofas.
  • Una vez estén hechas, ponlas encima de un papel de cocina para absorber un poco el aceite y ya están listas para consumir.

¡Descubre en nuestro recetario las mejores recetas con alcachofa!

En tu tienda habitual Ametller Origen y en la tienda online, encontrarás las alcachofas más frescas y tiernas, directas de nuestros campos. ¡Disfrútalas!


Descubre el origen de la mona de Pascua

Se acerca el Lunes de Pascua y ¡una de las tradiciones más arraigadas es que los padrinos entreguen la mona a sus ahijados! Pero, ¿te has preguntado alguna vez cuál es el origen de la mona de Pascua? ¡Te lo explicamos a continuación!

El origen de la mona de Pascua es una tradición con raíces antiguas e interpretaciones diversas y existen diversas teorías que intentan descubrir sus orígenes y significados. Algunos expertos coinciden en que esta costumbre, aunque vinculada al cristianismo, tiene raíces paganas relacionadas con rituales de fertilidad ligados a la primavera. A continuación te explicamos algunas de estas hipótesis:

Según un libro de folklore catalán, en el siglo XV ya se hablaba de la mona y se sugiere que su nombre podría derivar del árabe antiguo 'mûna' que significa 'regalo' o 'provisión de la boca', relacionado con antiguos tributos agrícolas. Otras teorías conectan la mona con la palabra latina 'munda', asociada a cestas romanas que contenían dulces y huevos decorados. Si nos remontamos más atrás se apunta que la mona podría tener su origen en unas celebraciones de la antigua Grecia, festividades dedicadas a Artemisa, diosa de la naturaleza salvaje.

La evolución de las monas de Pascua

Como otras muchas tradiciones, la mona ha evolucionado a lo largo del tiempo, desde un pastel tradicional con un huevo duro hasta elaboradas creaciones de chocolate, manteniendo su importancia en la celebración de Pascua. Las monas de Pascua en Cataluña son una tradición arraigada que simboliza la finalización de la Cuaresma. Actualmente, este dulce se come el domingo y el Lunes de Pascua y es una práctica común en Cataluña.

La mona más tradicional es un pastel de brioche con forma redondeada y coronado con huevos duros, conocido como la mona Cristina; este pastel suele estar decorado con chocolate y se dice que la cantidad de huevos en la mona debe coincidir con la edad del niño que la recibe. Sin embargo, hoy en día existen infinidades de creaciones de monas de Pascua, donde destacan personajes de dibujos animados, castillos, naves especiales y huevos de chocolate de diversos tamaños y creaciones impresionantes.

¡Padrinos, lo que buscáis lo tenemos en Ametller Origen! Las mejores bases de pastel, decoraciones, huevos y figuritas las podréis encontrar en vuestra tienda habitual y en la tienda online! ¡Feliz Pascua!

 


El tomate de colgar, el ingrediente estrella para el pan con tomate

El tomate de colgar es una variedad de tomate que se caracteriza por su larga conservación en fresco. Se utiliza para diversas recetas o salsas, pero, principalmente, para la preparación de platos como el pan con tomate, uno de los clásicos de la gastronomía catalana que no puede faltar en ninguna mesa. Y es que el pan con tomate es ideal  como acompañante o como plato principal con una buena escalibada o, por qué no, con embutido. Pero, ¿sabrías decirnos cuál es el origen de esta tradición? ¡Te lo explicamos!

El origen del pan con tomate

El origen del pan con tomate se remonta al pan con aceite, una práctica extendida en toda la región mediterránea: esta costumbre consistía en mojar aceite sobre una rebanada de pan, tostada o no. Pero no fue hasta el siglo XIX cuando nació la técnica de mojar tomate en el pan, concretamente en las casas de payeses catalanes, donde se añadía tomate en el pan reseco para ablandarlo y después se aliñaba con un buen chorro de aceite.

Y es que el tomate es una hortaliza que no se integró en nuestra dieta hasta el siglo XVIII. Fue alrededor de 1884 cuando empezaron a surgir referencias al pan con tomate tal y como lo conocemos hoy en Cataluña, hasta convertirse en un símbolo de la identidad catalana.

Consejos para la elaboración del pan con tomate

Preparar un delicioso pan con tomate si dispones de ingredientes de calidad es sencillo. En primer lugar, es fundamental tener un buen pan de payés crujiente (o incluso de días anteriores para seguir la tradición clásica). A continuación, necesitas el ingrediente estrella de esta combinación: el tomate de colgar. Este tomate es muy jugoso y carnoso, de textura blanda, de larga maduración y de pulpa dulce.

Por último, pero no menos importante, necesitas un buen aceite de oliva virgen extra: es esencial para darle el toque final, junto con un poco de sal.

Una vez listo el pan con tomate, sólo queda degustarlo. Se puede disfrutar solo o acompañado de embutidos como jamón, fuet o salchichón, queso, escalibada con anchoas u otros ingredientes, siempre manteniendo la calidad de los ingredientes base para conseguir un resultado delicioso, independientemente de los complementos que se añadan.

En tu tienda habitual Ametller Origen y en la tienda online, encontrarás los mejores tomates de colgar para preparar un delicioso pan con tomate. ¡Disfruta de esta deliciosa tradición catalana!

 


¿Qué ingredientes lleva la salsa de calçots?

Son una pareja inseparable: ¿qué sería de los calçots sin su deliciosa salsa? Y es que la experiencia de comer calçots no es completa, si no es con la tradicional y deliciosa salsa de calçots. De todos modos, si te preguntamos qué ingredientes lleva, ¿sabrías decírnoslos?

La ñora, la gran protagonista

Pues bien, la ñora, una variedad de pimiento pequeño, redondeado y de color rojo intenso cuando está maduro y que se consume seco como condimento, es uno de los ingredientes principales de esta salsa. Además, la salsa de calçots lleva tomates maduros, ajo, un poco de perejil, avellanas tostadas, sal y un chorrito de aceite.  Es gracias a la ñora que la salsa de calçots tiene este sabor dulzón, pero suave a la vez, tan característico y único.

Otras recetas para disfrutar de esta salsa

Si bien es cierto que los calçots y su salsa son una pareja inseparable, puedes disfrutar de esta salsa también en otras recetas. ¿Te lo habías planteado? Por ejemplo, si preparas una ‘coca de recapte’ o una coca de escalibada en la base puedes ponerle salsa de calçots; el resultado, ¡espectacular! También puede servirte para aliñar tu ensalada o para acompañar un pescado al horno. Versátil, ¿verdad?

Finalmente, debes saber que la salsa de calçots varía un poco con respecto a la salsa romesco. ¡Te lo contamos a continuación!

¿Cuál es la diferencia entre la salsa de calçots y la salsa romesco?

Aunque a menudo ambas salsas se confunden, existe una pequeña diferencia en su elaboración. Como te hemos explicado, en la salsa de calçots se utiliza ñora, mientras que la salsa romesco se prepara con pimiento choricero que tiene un sabor más amargo.

En tu tienda Ametller Origen habitual y en la tienda online, puedes encontrar la mejor salsa de calçots que puedas imaginar. ¡Pruébala!


55 hectáreas de campos propios para ofrecerte los mejores calçots

¡Es temporada de hacer buenas calçotades con amigos y familiares! Por eso te queremos explicar dónde cultivamos nuestros calçots y como lo hacemos, para que disfrutes de esta joya culinaria tan apreciada.

55 hectáreas de campos propios

Actualmente, en Ametller Origen tenemos campos de calçots en la zona de Lleida y del Penedès, en la zona de Murcia y en la zona de Soria, en un total de 55 hectáreas de terrenos propios. Los calçots que hoy cosechamos son las cebollas que plantamos el año pasado y que, este año, hemos vuelto a plantar y hemos ido calzando para que cojan esta forma tan alargada.

La temporada de recolección de calçots dura cinco meses y empieza el mes de noviembre y se alarga hasta, aproximadamente, el mes de marzo.

¿Cómo es el cultivo de los calçots?

Los calçots son, nada más y nada menos, que los brotes tardíos de la cebolla. Cómo te hemos avanzado antes, para cultivar los calçots, primero necesitamos plantar una cebolla (el año anterior a la recogida de los calçots), dejamos que esta cebolla crezca y, cuando es el momento, la recolectamos y la dejamos secar. El año siguiente, plantamos de nuevo esta cebolla y, poco a poco, la vamos cubriendo de tierra, es decir, la vamos calzando, y regando, y así ¡irá creciendo el calçot!

Una vez cosechados los agrupamos y los enviamos directamente a la tienda en menos de 12 horas.

¡Encuentra los calçots más frescos y tiernos en tu tienda habitual Ametller Origen o en la tienda online!


Estos son los beneficios de comer naranjas y mandarinas

Si te preguntamos qué frutas tienes ahora mismo en la nevera o en el bol de la cocina, estamos seguros de que nos responderás: ¡cítricos! Y es que las naranjas y las mandarinas son las frutas de temporada por excelencia y, además de deliciosas son súper nutritivas. ¿Quieres saber cuáles son los beneficios de los cítricos? ¡Toma nota!

4 beneficios de los cítricos

  1. Fuente de vitamina C: estamos seguros de que esto lo sabías, pues es vox populi que las mandarinas y las naranjas nos aportan esta vitamina. Esta vitamina es un potente antioxidante y te ayuda con los resfriados e infecciones. Si comparamos las naranjas con las mandarinas, las primeras poseen una cantidad más elevada de esta vitamina.
  2. Betacarotenos: es un pigmento que se convierte en vitamina A. Los betacarotenos son los responsables del color naranja de las naranjas, mandarinas, zanahorias o calabazas.
  3. Fuente de flavonoides: un potente antioxidante.
  4. Fibra: ayuda a regular tu tránsito intestinal y mantener una microbiota sana

¿Por qué los cítricos son ácidos?

Pues bien, lo son porqué contienen ácido cítrico y ácido málico, unos ácidos que se encuentran en la mayoría de frutas y, especialmente, en la familia de los cítricos. Para que te hagas una idea, los limones y las naranjas tienen más ácido cítrico que las mandarinas.

Recetas originales para consumir naranjas y mandarinas

Aunque lo más habitual es consumir los cítricos para desayunar, a media mañana o de postre, son un alimento mucho más versátil de lo que parece. Por ejemplo, puedes incorporar gajos de mandarina en tus ensaladas de invierno o preparar segundos platos con cítricos: unos muslitos de pollo o un tartar de atún. ¡Consulta nuestro recetario y descubre las mejores recetas!

Ahora que ya sabes cuáles son los beneficios de los cítricos, no dudes en incorporarlos en tu día a día. ¡En tu tienda habitual Ametller Origen y en la tienda online, encontrarás las mejores mandarinas y naranjas!


Más de 5 hectáreas donde cultivamos guisantes

Con la llegada del buen tiempo podemos disfrutar de una de las legumbres más tiernas y dulces que existen: los guisantes. Igual que las habas, los guisantes pertenecen a la familia de las leguminosas y, por lo tanto, se clasifican dentro del grupo de las legumbres. A continuación te explicamos cómo las cultivamos y cuál es el secreto para que los guisantes sean tan buenos.

¿Dónde cultivamos los guisantes?

El Maresme es la zona de Cataluña donde, tradicionalmente, se cultivan más guisantes y es justamente en Mataró donde tenemos algunos de nuestros campos de guisantes. Tal como explican nuestros payeses, es en septiembre cuando plantamos los guisantes y cosechamos los frutos a partir de mediados de marzo y hasta finales de mayo. Asimismo, también tenemos campos propios de guisantes en Sant Martí Sarroca, en el Penedès, y en Murcia. En total contamos con 10 hectáreas de campos propios de guisantes.

Cosecha por fases hasta obtener el punto óptimo de la legumbre

Nuestros campesinos plantan los guisantes y, a medida que van creciendo, los van entutorando manualmente para que la planta crezca hacia arriba. De este modo, y con dedicación y delicadeza, conseguimos que las vainas queden colgando y tengan una longitud característica, así como un color verde tan brillante. Además, la mayoría de nuestros cultivos, como en otras frutas y verduras delicadas, los hacemos bajo plásticos protectores, para proteger las matas del sol, la lluvia, el viento o posibles plagas.

A la hora de cosecharlos, los payeses pasan mata por mata y, manualmente, seleccionan aquellas vainas que están llenas. Es en este momento cuando los guisantes son más tiernos y dulces. Al cabo de dos días vuelven a pasar para revisar los cultivos y cosechar aquellas vainas que ya están a punto y evitar así que los guisantes se hagan viejos.

¡Aprovecha ahora para disfrutar de esta legumbre tan deliciosa!


crucíferes

¿Cuáles son las verduras crucíferas?

Estamos seguros de que muchas veces habrás escuchado hablar sobre las crucíferas, pero, ¿sabes realmente qué verduras forman parte de este grupo de hortalizas? En el siguiente post, te damos toda la información que necesitas para convertirte en un experto en crucíferas. ¡Sigue leyendo!

¿Quién es quién? 9 verduras crucíferas

A continuación te contamos cuáles son las crucíferas más famosas:

  • Brócoli: De color verde intenso y brotes florales agrupados
  • Col: De hojas gruesas de color verde clarito
  • Col kale: también conocida como col rizada, de color verde oscuro
  • Bróquil: De color verde clarito, con brotes florales agrupados de forma muy compacta
  • Coliflor: De color blanco y brotes florales agrupados en forma de flor
  • Col de Bruselas: Coles pequeñas de color verde oscuro
  • Bimi: Pariente del brócoli. De color oscuro y brotes pequeños
  • Romanesco: Un híbrido entre el brócoli y el bróquil, de color verde brillante y forma de espiral
  • Col lombarda: De aspecto parecido a la col, pero de color lila

¿Sabías que los rábanos, los nabos y la rúcula también forman parte de la familia de las crucíferas?

¿Cómo comer las crucíferas?

Estas verduras son ideales para comer hervidas, salteadas, al vapor, al horno o en forma de crema. Pero también puedes innovar con esta receta que te propone Cintet: ¡pan de brócoli!

Si quieres saber por qué son tan saludables las crucíferas y el papel que juegan en la prevención de determinadas enfermedades como algunos tipos de cáncer, ¡no te pierdas este post!

 5 curiosidades de este grupo de verduras

  • Las coles ya se cultivaban en la antigüedad por los Egipcios, 2.500 años a.C.
  • El nombre de brócoli o bróquil proviene del italiano ‘brocco’ que significa brote
  • Estas verduras son típicas de la temporada de invierno
  • Según algunos escritos, el nombre de col de Bruselas procede del lugar donde se empezaron a cultivar hace más de un siglo: en el norte de Francia y Bélgica, cerca de Bruselas.
  • El rábano tiene un sabor un poco picante debido a su contenido en glucosinolatos

 En tu tienda habitual Ametller Origen y en la tienda online encontrarás las mejores crucíferas frescas


calçots

Conviértete en un experto en calçots

Si te preguntan “¿cuál es la hortaliza de temporada típica que se acompaña con una deliciosa salsa?”, estamos seguros de que responderás los calçots. Y es que si algo bueno tiene esta joya culinaria, es que además de ser deliciosa y unir familiares y amigos alrededor de una mesa para celebrar las famosas calçotadas, es súper rica en nutrientes y muy beneficiosa para tu salud. ¡A continuación te lo contamos!

 Propiedades de los calçots

Podemos decir que los beneficios de los calçots son parecidos a los de la cebolla:

  • Elevado contenido en agua: es muy rico en agua, lo que hace que el calçot tenga un aporte calórico muy bajo.
  • Fuente de fibra: son muy ricos en fibra, lo que ayuda a tu tránsito intestinal, regula el estreñimiento y cuida tu microbiota.
  • Vitamina C: el calçot es una fuente importante de vitamina C, un potente antioxidante que ayuda a mantener tus células jóvenes. De todos modos, vigila cuando cocines los calçots, porque si alargas mucho su cocción puede que pierdan parte de la vitamina C.
  • Vitamina A: esencial para la piel, el pelo y la vista.
  • Potasio: destaca el aporte de potasio, fundamental para el funcionamiento correcto de los músculos.
  • Fósforo: mineral imprescindible para el sistema nervioso.

¿Cómo y cuándo se plantan?

¿Sabías que los calçots son los brotes tardíos de la cebolla? Pero vayamos por pasos: primero debemos plantar la cebolla y esperar que crezca. Cuando sea el momento la recolectamos y dejamos secarla. De nuevo plantamos la cebolla y la cubrimos con un poco de tierra y la vamos regando. A partir de aquí debes ir calzando los brotes, es decir, ir cubriéndolos de tierra de manera que el brote se irá alargando en busca de la luz del sol. Para calzar los calçots lo puedes hacer manualmente o con un tractor; y debes hacerlo unas dos o tres veces. En la siguiente infografía verás todo el procedimiento en detalle:

 

El origen del nombre 

Como te habrás imaginado el nombre de los calçots procede de la acción de calçar (calzar) los calçots, es decir, cubrirlos de tierra de manera que la planta se alarga y alarga adquiriendo su característica forma delgada.

El origen de los calçots

Ahora que ya conoces cuáles son sus principales propiedades y cómo se cultivan, debes saber el origen de esta verdura. Los calçots son típicos de Cataluña, aunque es cierto que cada vez más regiones de España están incorporando esta comida, concretamente de Valls en Tarragona. Según se dice, un campesino puso un par de cebollas grilladas en la parrilla y se le quemaron. En vez de tirarlas, empezó a pelarlas y descubrió un alimento delicioso que se convirtió, posteriormente, en una comida habitual de la zona. De todos modos, tenemos que decirte que existen otras historias que dicen que los romanos ya comían calçots.

¿Cómo se cocinan los calçots?

Siempre que pensamos en calçots nos viene a la cabeza la típica calçotada, con los deliciosos calçots cocinados a la brasa. Sí, tienes razón, esta es una de las formas más habituales de cocinarlos, pero existen otras formas igual de buenas. Pero vayamos una por una:

A la brasa

¿Preparado para una buena calçotada? A continuación te detallamos cuáles son los pasos que debes seguir para cocinar unos buenos calçots a la brasa:

  • Limpia bien los calçots: que no tengan tierra, corta un poco las hojas y también las raíces.
  • Colócalos encima de la parrilla, con las hojas en la parte superior y la parte blanca más cerca de la llama.
  • Déjalos unos 7-8 minutos y cuando empiecen a silbar, es decir a hacer ruido, gíralos y déjalos, de nuevo, unos 7- 8 minutos más.
  • Cuando empiecen a dejar agua ya los puedes quitar sin quemarte.
  • Envuélvelos con papel de periódico para mantener el calor y déjalos reposar para que se acaben de ablandar aproximadamente una hora.
  • Pasado este tiempo ya los puedes servir.

¿Cómo se comen los calçots?

Ahora que ya los tienes preparados, debes saber que los calçots a la brasa se comen de una manera concreta. Se cogen con una mano; se les quita la primera capa de piel, siempre por debajo, nunca tires de las hojas, se sumerge la punta con salsa y se alza el calçot para comerlo.

calçots

Ahora que ya sabes cómo comer los calçots en una calçotada, debes saber que el festín no se acaba aquí. Después de los calçots es tradición comer carne a la brasa, como butifarras, cordero, todo ello acompañado de pan tostado y un buen vino blanco siempre servido en porrón.

Escalivados 

Otra opción es escalivarlos; en vez de a la brasa se preparan al horno y el procedimiento es bastante parecido:

  • Limpia bien los calçots.
  • Ponlos dentro del horno a máxima potencia durante unos 30-35 minutos.
  • Pon en la base del horno una bandeja para que recoja el agua que van dejando.
  • Ve controlándolos: la idea es que queden tostaditos por fuera y blandos por dentro.
  • Pasados los 35 minutos, quítalos del horno y ya los tienes listos para comer.

 Otras recetas con calçots 

Más allá de la famosa calçotada, esta hortaliza es muy versátil y se puede utilizar en la cocina de diferentes formas. Una buena opción es preparar una quiche de calçots o una tarta salada. Otra forma es saltearlos un poco e incorporarlos en una tortilla, con un poco de alcachofas, que ahora también están de temporada. Como acompañamiento también son ideales: rebozados, en tempura o al horno para tus platos de carne o pescado. Y si eres friolero, te encantará preparar una crema de çalçots; igual que la vichyssoise, pero con calçots.

 ¿Cuánto es una ración por persona?  

Una ración de calçots es, aproximadamente, unos 12 o 15 calçots por persona, lo que equivaldría a unos 200g-250g. Puedes comer más, pero debes vigilar porque esta hortaliza puede provocar gases y un consumo excesivo puede dificultar la digestión (sobre todo si los mezclas con mucha salsa).

¿Cómo escoger el mejor calçot? 

El mejor calçot es aquel que no es ni muy fino ni muy grueso y te contamos por qué: los calçots finos una vez les quitas las primeras capas quedan en nada, mientras que los que son muy gruesos pueden ser difíciles de masticar y quedar duros.

Ahora que te has convertido en un experto en calçots, no dudes en incorporar esta verdura de temporada en tu día a día. Pruébalo de diferentes formas y déjate seducir por su sabor dulce y textura tierna; estamos seguros de que te encantará.

 ¿Por qué son tan buenos los calçots de Ametller Origen? 

Cultivamos nuestros calçots en una zona con un suelo arcilloso muy compacto ideal para este tipo de cultivo. Asimismo, calzamos los calçots hasta tres veces; en enero, febrero y marzo y no los regamos demasiado, pues el invierno acostumbra a ser una época de lluvia. Finalmente, los cosechamos en su punto óptimo y los puedes encontrar en nuestras tiendas físicas y en la tienda online en menos de 24 horas.

 

Disfruta de esta joya de la cocina catalana con los mejores calçots. Además, también los tenemos al horno, escalivados y hasta croquetas y pizza de calçots. ¡Disfrútalos!